Alejandro Garcés es un músico compositor y educador monteriano nacido en 1980, de madre antioqueña y papá cordobés. Ha dedicado toda su vida al estudio de la música, iniciando su contacto con la música en la Escuela de Bellas Artes de la Ciudad de Montería. Es graduado de la Licenciatura en Educación Artística (énfasis en música) de la Universida de Córdoba y de la Maestría en Pedagogía de la Universidad de la Sabana en Bogotá. Actualmente reside en la ciudad de Nashville USA donde dirige la banda de músicas del mundo “SINUFÓNICA”
Proyectos destacados: Invesigación “Cómo piensan los compositores y su aporte a la pedagogía”.
Sinufónica – Eso Va (The Nashville Live Session) – YouTube
Album CONTACTO – Sinufónica
Meet Alejandro Garces – NashvilleVoyager Magazine
Por Liliana Ramirez, Periodista Colombiana (2024)
Si de buscar creativos musicales de las músicas contemporáneas colombianas se trata, este guitarrista colombiano nacido y crecido en cuna de músicos en Montería en el año de 1980 puede confirmar la inexistencia de límites.
Alejandro vive en Nashville TN desde donde opera la banda de música contemporánea SINUFONICA y el interesante proyecto de innovación en la improvisación musical llamado NEOPEl y donde además canta como Baritono para el coro de la ORQUESTA SINFONICA DE NASHVILLE ganadora ya de varios de premios Grammy al mando de su director el maestro GIANCARLO GUERREO. Inicia su contacto con la música en la Escuela de Bellas Artes de la Ciudad de Montería siendo un niño tocando la flauta dulce. Es graduado de la Licenciatura en Educación Artística (énfasis en música) de la Universida de Córdoba y de la Maestría en Pedagogía de la Universidad de la Sabana en Bogotá.
La guitarra eléctrica la escogío tardíamente a los 20 pero ha sido un proceso que lo ha catapultó de tocar en bares en la capital colombiana a compartir escenario con artistas importantes de la escena pop y música tropical en Latinoamerica como Alberto Plaza de Chile y Adriana Lucia de Colombia, sin embargo, ha decidido como muchos otros artistas adentrarse al mundo de la músicas colombianas contemporáneas donde el porro y el jazz son las músicas de mayor influencia como se puede apreciar en sus 3 albumes grabados bajo un estilo que el mismo ha bautizado como NeoPel (Músicas Neo-Pelayeras) en donde otorga un especial espacio a la improvisación.
Alejandro, a través de su trabajo compositivo, deja clara una insitencia por la generación de una conversación entre dos poderosos mundos sonoros: El porro y el jazz. El primero, trae un discurso que sienta bases rítmicas y se convierte en la columna vertebral en la morfología de sus composiciones. El jazz aporta el tratamiento melódico y armónico, pero probablemente sea la improvisación el componente que mejor lo representa como artista:
«El momento improvisatorio es un tributo a la hermandad, es el momento donde queremos representar como se puede vivir en perfecta convivencia. Tienes que hablar con tu instrumento cuando te toca y debes callar para escuchar al otro cuando le toque pero lo mas importante es que debes aprender a celebrar esos momentos de respeto porque es casi un milagro viviendo dentro de unos esquemas sociales donde no nos aceptamos»
Su estilo tiene todas las características que le permiten categorizarlo dentro del jazz colombiano y la música contemporánea latinoamericana, no solo porque haya logrado la integración de músicas como el jazz y el porro a su repertorio sino porque se alinea con la compleja tarea de elaborar representaciones sonoras de la idiosincracia y cosmovisión de las sociedades latinoamericanas, una actividad que ha empezado a desarrollar como investigador independiente después de haber terminado su maestría en Pedagogía en La Sabana.
En términos de influencias musicales, es el repertorio de porros del caribe colombiano de compositores como Alejandro Ramirez Ayazo, Lucho Bermudez que ha permitido estructurar su forma particular de hacer música pero viniendo de una familia musical, le fué imposible escaparse de otros universos sonoros como es el caso de las músicas afrocubanas y artistas como Celia Cruz, Perez Prado y la Sonora Matanzera, Irakere, entre muchos otros y por supuesto el repretorio de jazz clásico desde los 20 con Luis Amstrong hasta los 70 con Miles Davis. Toda una biblioteca de musicas que llegaron en Vinilos a casa de sus abuelos en Montería en las decadas de los 50 a los 90 donde solían frecuentar todos los miembros músicos y melomanos de la familia. Se destacan Carlos Emilio Moralez de Irakere y El Teto Ocampo como sus guitarristas favoritos.
No es común ver guitarristas en los formatos instrumentales tradicionales de porro sin embargo, su decidido interés por abrir un nuevo camino en términos de formatos acústicos que incluyan instrumentos como la guitarra y el contrabajo, lo han llevado al terreno de la creatividad y la innovación donde siente que es el lugar donde pertenece como artísta.
«Somos muy afortunados de ser parte de la la construcción de nuestra historia y no podemos adoptar una actitud de indiferencia frente a este hecho»… (Alejandro Garcés para Sinufónica Spotity Bio)